martes, 26 de julio de 2011

Dando vueltas por Chuquisaca: Camino del Inca, crater de Maragua y viaje en camión


Suena música de guateque. La hija de nuestro honorable cónsul, aunque no sea nuestro ni sepamos si es honorable, cumple 18 años. Seguramente pronto creará una familia, vista la moda boliviana de tener hijos antes incluso de tener la regla, que elevará a la máxima expresión la genética humana, gracias al cruce entre la raza elegida, los quechuas, y los vagos e iletrados alemanes, que creara una despiadada raza de supermujeres, aquí los hombre por muy supers que sean siempre están borrachos, que dominara el mundo.
Dejando las chorradas aparte, hemos empezado la preparación para el Huayna Potosí con un inmejorable trekking por los alrededores de Sucre. Nuestros ojos han tenido el gusto de deleitarse con el antiguo camino pre-hispánico o camino del Inca, el valle de Socapampa con su rio, sus escasos metros de tierra y sus escarpadas pero bellas paredes, y el cráter de Maragua.



La experiencia ha sido realmente interesante, especialmente el primer día. El sábado caminamos de 13.00 a 20.00 sin apenas parar junto a nuestra guía Dora, una mujer muy agradable, que sin haber pasado de los 26 ya estaba casada y tenía un hijo de 3 años. Como veis la maternidad funciona con otro reloj en este país. En cuanto al paisaje, sencillamente espectacular. Todo muy salvaje y autentico. Ante nosotros la naturaleza se mostraba tal y como verdaderamente es. Una animal virgen, pura e indomable. Montañas, ríos, prados, paredes de color gris, rojo y amarillo y un cielo estrellado como jamás lo había visto, se podía ver sin problemas la vía láctea, nos han acompañado durante este fin de semana, mereciendo con creces el esfuerzo físico y económico del trekking.
 

Sin embargo no todo ha sido belleza en este trekking. La vida indígena en los lugares que hemos visto es otra dimensión, la dureza es estado puro. Sé que no es nada nuevo para vosotros el hecho de contaros que los indígenas viven puteados. Pero una cosa es oírlo y otra estar a 3000 metros en las laderas de una montaña viendo como una familia sobrevive en el medio de la nada, con un rebaño de 20 cabezas, una casa de adobe de 20 m2 a lo sumo y un número considerable de niños a los que alimentar. 
 
Os sorprenderíais si vierais las condiciones de vida en estos sitios y la localización de los mismos. Valles y montañas se replicaban sin cesar, alejando lo que parecía cercano a una caminata de medio día, y el único método de transporte, una volqueta de un camión, que surcaba puertos de montaña de espanto, con una temeridad digna de suicidas. Ahí estábamos, una suiza, un alemán, un catalán y un vasco, rodeados de 40 bolivianos y algún que otro animal. Hacinación y un viaje de 3 horas de pie agarrándonos a lo que podíamos y sin poder moverse de la baldosa fue el final perfecto a la aventura.  Infrahumano, tal vez, aunque los desfiladeros a los que nos asomábamos no dejaban tiempo a pensar en la incomodidad, tampoco los chistes de Martin el alemán, aunque esto sea arena de otro costal.

La verdad es que esta arena ha sido otra de las grandes cosas del fin de semana. La gente que hemos conocido más agradable imposible. Desde Pio, un cholo bribón con estudios en Alemania del que hablaremos más adelante, pasando por los guías bolivianos con los que disfrutamos de una botella de vino tinto tarijeño Kohlberg, cortesía de nuestra guía Dora; la misma Dora y sus ofrendas  cerveceras a la Pachamama(madre tierra) o Martin y Esther, con especial mención para Martin el alemán de Sarre, cachondo como pocos y cuenta cuentos de historias sobre la realidad suiza todos han sido majísimo y ha sido todo un placer para nosotros conocerlos. Mencionar también a Alberto el cura y los salteños, de donde vienen las empanadas, Pablo y su esposa, que conocimos en la Recoleta. Una buena charla sobre Argentina y España aderezada con unos buenos refrigerios pagados por nuestros amigos los argentinos, así da gusto, han dado fin a la tarde del domingo y a este interesante fin de semana.
 
Se agradece poder conocer gente tan agradable como los de este fin de semana y poder disfrutar de la compañía de un clima de confianza con desconocidos. Supongo que viajar tiene estas cosas. Espero que se dosifiquen, porque sino creo haber descubierto una nueva droga.

Un saludo gente,
Iñigo

1 comentario:

  1. Ei nanos! Enhorabona pel blog, fins ara no havia tingut ocasió de llegir-lo i la veritat és que m'ha agradat molt. La realitat que esteu vivint vosaltres, pel que he pogut llegir, és força diferent a la nostra, però ja sabíem de les principals diferències entre Bolívia i Nicaragua o la resta de centre amèrica. Aquí estem en temes més urbans, més polítics, i els aspectes més rurals els palpem els caps de setmana quan sortim. Ja us aniré seguint! Una abraçada cracks! Oriol.

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