miércoles, 13 de julio de 2011

Nombres de otra epoca

Poco a poco comenzamos a adaptarnos a la vida que nos espera estos dos meses que durara nuestra estancia en Sucre. Por fin estamos todos, ayer llego Víctor, al que ha acompañado un cambio de aposentos. La relación con Rodolfo no llego a cuajar. Demasiado frío y aislado para nuestro gusto. El régimen espartano nunca fue de nuestro agrado y lo mejor ha sido decir adiós muy buenas. 

Nuestra nueva anfitriona, Christa, es bastante más de lo que podríamos pedir, aunque a Albert le cueste un poco dormir por el frio, menor que con Rodolfo, y por la falta de persianas. Pero bueno, creo que el chaval lo logrará y saldrá vivo de esta. Peores tragos habrá tenido que aguantar. A todo esto, Rodolfo y Christa son los nombres de las habitaciones donde nos hospedamos.

Pues bien nuestra nueva habitación está situada junto a Frieda, la habitación de Víctor. Ambas habitaciones dan a una terraza casi privada con HAMACA!! Es increíble. Te vienes a Bolivia con la intención de cooperar y con la mente preparada para experiencias de alto voltaje y acabas viviendo en un edificio de más de 200 años como un autentico señor. Sino mirar al señor De Pablo disfrutando de nuestra hamaca.

Se me olvidaba. Nos estamos hospedando en el Instituto Cultura Boliviano Alemán, consulado alemán de Sucre. Este, ocupa una casona colonial blanca con un par de patios y un jardín. Un edificio realmente bonito, que recuerda a una casa andaluza. Es curioso el contraste que vivimos entre el mundo donde trabajamos, lleno de indígenas y el ICBA que se encuentra llenos de alemanes y suizos que intentan aprender castellano en un destino cuanto menos exótico. 

Creo que de momento elegiré contraste como la palabra que describa nuestra aventura.

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